viernes, 20 de mayo de 2011
TITERES PORNO
El tun tun de tu corazón
Orquesta la palabra
ven que te necesito, te necesito,te necesito no quiero qe tu te vallas no quiero sentirme solo en la cama te quiero hacer el amor quiero sentirme dentro de tu corazon y tu bien sabes que yo soy el hombre qe te quiere si ven que te necesito te necesito estribillo: esa cintura cuando se menea y yo estoy dentro de ti me hace en loqecer hablame en el oido ,dime cosas lindas dime papi si arañame toda la espalda claveme las uñas con toda la pacion quemame con tu gemidos que con tus murmuros me derritos mi amor yo te necesito si te necesito. esta cura qe necesito solamente tu me la puedes dar eres la medicina eres la enfermera de mi corazon aprietame en tus senos y dame el tun tun de tu corazon mojame con tu delisias mojame completo mojame de amor yo te necesito si te necesito (otra vez el estribillo) esa cintura cuando se menea y yo estoy dentro de ti me hace en loqecer hablame en el oido ,dime cosas lindas dime papi si arañame toda la espalda claveme las uñas con toda la pacion quemame con tu gemidos que con tus murmuros me derritos mi amor yo te necesito si te necesito. yo te necestio si te necesito cuando me aprietas en tu cenos yo siento el tun tun de tu corazon (*2) que yo te quiero muchacha te quiero de verdad yo siento el tun tun de tu corazon pero dame tu amor cosa rica yo te quiero si pero dame tu amor qe te quiero mujer cuando te ago el amor cosa rica como te mueves porqe tu sabes qe yo soy el hombre qe te quiere porqe tu sabes qe a mi ,me gusta ese tun tun ese tun tun qe tiene tu corazn cuando me mima me da refugio me da calor mami sabrosa me sobra el dinero para comprarte amrate para comprarte un llate aprietame ,mimame ,aqurrucame pero paseame y ese amor qe te tengo es todo para ti (yo siento el tun tun de tu corazon) porqe tu sabes qe yo soy el hombrebrebre qe te quiere de verdad (yo siento el tun tun de tu corazon) pero te dado todo todo todo todo lo qe tiene para ti pero qe no no me dejes solo cosa rica qe no besame con esos labios carnosos yo siento el tun tun de tu corazon(2) cuando me aprietas en tus cenos siento el tun tun de tu corazon(2)
"Agitese antes de usar"
lunes, 9 de mayo de 2011
Ejercicios de composición
miércoles, 27 de abril de 2011
Estomago
Recién llegado, Nonato consigue trabajar en el bar de un tal Zulmiro, quien lo acoge de mala gana, dándole hospedaje en un cuartucho trasero del bar en medio de ratas y cucarachas y en donde tiene que trabajar como un esclavo por la comida sin recibir pagas ni beneficios, pero es allí donde descubre su talento innato para la cocina y transforma el pequeño lugar en un local de éxito.
Una noche, Giovanni, dueño de un conocido restaurante italiano, llegará a cenar al bar y al probar la comida descubre las dotes de cocinero de Raimundo Nonato, le cambiará su vida al contratarlo como ayudante de cocina. Así se inicia para Nonato el descubrimiento de la cocina italiana, de las recetas, los sabores y, cómo no, del vino. La vida de Raimundo Nonato cambia y empieza a afirmarse socialmente: una casa, ropa y nuevas relaciones, sobre todo con el amor de una mujer, Iría, una prostituta de buen apetito con la que establece un ancestral intercambio de sexo por comida, de la que se enamora Raimundo. Enamoramiento que transformará a Raimundo de un hombre ingenuo y humilde a un asesino. El asesinato lo hace terminar en prisión y cocinando a los reos con quien comparte la celda, donde al final, envenena al líder de los reos para quedarse con el poder y los privilegios del que este gozaba.
Estómago es un cuento que nos da un paseo por varios mundos, mostrando decadentes y miserables lugares como la carcel y el lugar donde habitaban las prostitutas, es una historia rica en flashback , podemos ver casi desde el comienzo de la pelicula el personaje princípal Donato iba a estar reclutado en la carcel por algo que cometio, pero es hasta el final que nos podemos enterar lo que realmente sucedio, la pelicula tiene escenas candentes que desbordan la pasion que sentia donato por la prostituta; este filme entremezcla temas que son del diario vivir como el poder, por que los dueños de los restaurante que lo querian debido al exito de sus comidas e igualmente cuando donato asesina al lider de los reos quedando asi con el poder y privilegios del lider, la gastronomia porque fue donato por medio del estomago que cautivaba a las personas hasta la prostituta, pero donato se confundio totalmente en sus sentimientos y no supó distinguir entre amor y sexo por buena comida y lo principal el sexo se presentaban escenas que se desbordaban de contenidos eroticos, el sexo en su explendor sin pudor alguno pero sin llegar a lo obsceno. Es asi que termina la cinta con un poco de ironia, Donato ve a su chica( la prostituta) coquetiando y acostandose con su jefe el dueño del restaurante, se enloquece totalmente coge un cuchillo y lo ultimo que vemos en cocinando un trozo de carne que provenia del trasero de su amada. estomago no tiene nada que ver conlas tipicas peliculas de comida que se presenta todo bonito todo my rosa, estomago le da un giro a esta narrativa de 180° mostrando lo malo, lo grotesco y viceral.
martes, 26 de abril de 2011
El encuentro
lunes, 28 de febrero de 2011
Madame Edwarda

Análisis e Interpretación
"Tu mas profunda piel" Julio Cortázar
martes, 15 de febrero de 2011
domingo, 13 de febrero de 2011
Tu más Profunda Piel
Cada memoria enamorada guarda sus magdalenas y la mía -sábelo, allí donde estés- es el perfume del tabaco rubio que me devuelve a tu espigada noche, a la ráfaga de tu más profunda piel. No el tabaco que se aspira, el humo que tapiza las gargantas, sino esa vaga equívoca fragancia que deja la pipa, en los dedos y que en algún momento, en algún gesto inadvertido, asciende con su látigo de delicia para encabritar tu recuerdo, la sombra de tu espalda contra el blanco velamen de las sábanas.
No me mires desde la ausencia con esa gravedad un poco infantil que hacia de tu rostro una máscara de joven faraón nubio. Creo que siempre estuvo entendido que sólo nos daríamos el placer y las fiestas livianas del alcohol y las calles vacías de la medianoche. De ti tengo más que eso, pero en el recuerdo me vuelves desnuda y volcada, nuestro planeta más preciso fue esa cama donde lentas, imperiosas geografías iban naciendo de nuestros viajes, de tanto desembarco amable o resistido de embajadas con cestos de frutas o agazapados flecheros, y cada pozo, cada río, cada colina y cada llano los hallamos en noches extenuantes, entre oscuros parlamentos de aliados o enemigos. ¡Oh viajera de ti misma, máquina de olvido! Y entonces me paso la mano por la cara con un gesto distraído y el perfume del tabaco en mis dedos te trae otra vez para arrancarme a este presente acostumbrado, te proyecta antílope en la pantalla de ese lecho donde vivimos las interminables rutas de un efímero encuentro.
Yo aprendía contigo lenguajes paralelos: el de esa geometría de tu cuerpo que me llenaba la boca y las manos de teoremas temblorosos, el de tu hablar diferente, tu lengua insular que tantas veces me confundía. Con el perfume del tabaco vuelve ahora un recuerdo preciso que lo abarca todo en un instante que es como un vórtice, sé que dijiste " Me da pena, y yo no comprendí porque nada creía que pudiera apenarte en esa maraña de caricias que nos volvía ovillo blanco y negro, lenta danza en que el uno pesaba sobre el otro para luego dejarse invadir por la presión liviana de unos muslos, de unos brazos, rotando blandamente y desligándose hasta otra vez ovillarse y repetir las caída desde lo alto o lo hondo, jinete o potro arquero o gacela, hipogrifos afrontados, delfines en mitad del salto. Entonces aprendí que la pena en tu boca era otro nombre del pudor y la vergüenza, y que no te decidías a mi nueva sed que ya tanto habías saciado, que me rechazabas suplicando con esa manera de esconder los ojos, de apoyar el mentón en la garganta para no dejarme en la boca más que el negro nido de tu pelo.
Dijiste "Me da pena, sabes", y volcada de espaldas me miraste con ojos y senos, con labios que trazaban una flor de lentos pétalos. Tuve que doblarte los brazos, murmurar un último deseo con el correr de las manos por las más dulces colinas, sintiendo como poco a poco cedías y te echabas de lado hasta rendir el sedoso muro de tu espalda donde un menudo omóplato tenía algo de ala de ángel mancillado. Te daba pena, y de esa pena iba a nacer el perfume que ahora me devuelve a tu vergüenza antes de que otro acorde, el último, nos alzara en una misma estremecida réplica. Sé que cerré los ojos, que lamí la sal de tu piel, que descendí volcándote hasta sentir tus riñones como el estrechamiento de la jarra donde se apoyan las manos con el ritmo de la ofrenda; en algún momento llegué a perderme en el pasaje hurtado y prieto que se llegaba al goce de mis labios mientras desde tan allá, desde tu país de arriba y lejos, murmuraba tu pena una última defensa abandonada.
Con el perfume del tabaco rubio en los dedos asciende otra vez el balbuceo, el temblor de ese oscuro encuentro, sé que una boca buscó la oculta boca estremecida, el labio único ciñéndose a su miedo, el ardiente contorno rosa y bronce que te libraba a mi más extremo viaje. Y como ocurre siempre, no sentí en ese delirio lo que ahora me trae el recuerdo desde un vago aroma de tabaco, pero esa musgosa fragancia, esa canela de sombra hizo su camino secreto a partir del olvido necesario e instantáneo, indecible juego de la carne oculta a la conciencia lo que mueve las más densas, implacables máquinas del fuego. No eras sabor ni olor, tu más escondido país se daba como imagen y contacto, y sólo hoy unos dedos casualmente manchados de tabaco me devuelven el instante en que me enderecé sobre ti para lentamente reclamar las llaves de pasaje, forzar el dulce trecho donde tu pena tejía las últimas defensas ahora que con la boca hundida en la almohada sollozabas una súplica de oscura aquiescencia, de derramado pelo. Más tarde comprendiste y no hubo pena, me cediste la ciudad de tu más profunda piel desde tanto horizonte diferente, después de fabulosas máquinas de sitio y parlamentos y batallas. En esta vaga vainilla de tabaco que hoy me mancha los dedos se despierta la noche en que tuviste tu primera, tu última pena. Cierro los ojos y aspiro en el pasado ese perfume de tu carne más secreta, quisiera no abrirlos a este ahora donde leo y fumo y todavía creo estar viviendo.
Julio Cortázar